sábado, 1 de mayo de 2010

Si te gusta el durazno

Es interesante ver como las personas se involucran, se mimetizan, se hacen uno con esa carrera que eligieron en su tierna adolescencia y que trazaría su destino con la incomparable precisión de un relojero suizo. Ejemplos no faltan, veamos algunos muy brevemente:

-Ingeniero: mega organizado, tiene todas sus cosas ordenadas, desde el horario del café hasta las boletas de los impuestos (copyright A.S.) . Generalmente comienzan su vida laboral como un simple peón pero escalan pudiendo ocupar puestos laborales importantes en empresas. Dependiendo del rubro vivirán 20 años en el campo /fábrica/empresa/ u oficina. Con horarios estipulados y relaciones laborales que no van mas allá de eso. Su vida se centra en planificar, planificar y... planificar.

-La maestra: didáctica hasta para saludar o hacer la comida, las maestras se posicionan como grandes madres convirtiéndose a veces en la fuente de mayor presión psicológica para los pendejos cuando no saben cuanto es 3 x 5. Con trabajos verdaderamente forzados, lidiarán 30 años de su vida con cientos de generaciones de desaforados engendros, poniendo en riesgo su delicada presión arterial. Desde suplentes hasta supervisoras, sus vidas transcurren entre hijos, familia y alguna que otra mascota, sin mencionar los problemas financieros.


- El profesor de Universidad pública: clásico ejemplo de mentes brillantes que por su poca suerte o por elección propia terminan frustándole la carrera a muchos aspirantes a profesionales, tergiversando así su labor y foco principal: la enseñanza. Cobran dos mangos, lo que muestra que muchos lo hacen por amor a la profesión, y siempre terminan teniendo su "elegido" que depende de la carrera en la que enseñe será catalogado con adjetivos como: puto, forro, nerd, trola, tiragoma (entre otros) por sus compañeros. No todo es malo en este ámbito y existen grandes personajes, paladines de la enseñanza, que trascienden todo tipo de puteadas y se instalan en el corazón de aquellos que alguna vez pasamos por un claustro de enseñanza pública.

-El Creativo Publicitario (que incluye desde los trainee hasta los DGC). Se caracterizan por ser un mix de las profesiones anteriores y muchas otras más (que no voy a describir). Jóvenes llenos de ilusiones y esperanzas que se rompen el orto para poder comenzar a laburar en lo que siempre soñaron (una agencia) aunque no tengan la más puta idea de lo que es. Esponjas sumamente ávidas de conocimientos, tendencias, información y miles de etc. Fantasean con hacer los comerciales que se ven en la tele y de los que todo el mundo habla, pero desconocen los guiones, folletos, textos web, catálogos, carpetas de ventas, banners, discursos, solicitadas, y los tan temidos namings. Frecuentan recitales, muestras, ferias y cuanta pelotudez se haga justificándose en su profesión. Defenestran cierto tipo de películas y poseen directores "de culto". Aman la música, la actuación, el baile, el cine, la pintura, y miles de etc nuevamente. Por sobre todas las cosas aman la profesión que eligieron, y la viven con la misma pasión que un profesor universitario, aunque ésta implique peleas interminables con el área de cuentas, intercambio constante de opiniones con los diseñadores, horas y horas de trabajo extra, fin de semanas inexistentes, y cientos de hojas de word llenas de "puntas" tiradas a la basura gracias a sus peores enemigos: los clientes. Sus vidas transcurren entre puteadas a las productoras, al cliente, a los proveedores y al baño. Luchan como las maestras contra las escasas remuneraciones monetarias, los mercados altamente competitivos y pequeños, y por sobre todas las cosas contra la pesadilla de la creatividad: la sociedad. Tienen mucho (y a la vez nada) de fotógrafos, de ingenieros, de decoradores, de chef, de arquitectos, de deportistas, de amas de casa, de directores de cine, de guionistas, de diseñadores, de músicos, de artistas, de iluminadores, de escenógrafos, de electrónicos, de peluqueros, de esteticistas, de médicos, de todo. A fin de cuentas son dueños de sus comerciales. Viven para negociar y negocian para vivir. Negocian, negocian y negocian ideas y pensamientos. Viven comiendo comida basura e ingiriendo hectolitros de café y/o mate para poder cerrar ese brief que tanto les hinchó las pelotas y cuando creen haber llegado a una solución recuerdan a ese redactor que los sentenció de por vida: EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZÓN.

1 comentario:

  1. El contador?
    www.revoleandopapeles.blogspot.com
    Para que vean que no todos los contadores estamos cortados por la misma tijera.
    Saludos!

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